Tal como dije y con los ánimos renovados, aquí empieza esta reflexión acerca de algunas medidas que ha implantado el gobierno por la vía del Decreto-Ley, sin consenso con el resto de fuerzas políticas y sindicales, para el Sistema Sanitario Público.
Según la Organización Mundial de la Salud, » la salud es un estado de completo bienestar físico, psíquico y social de un individuo y no solo la ausencia de enfermedad». Esta definición fue reformulada por la propia OMS: «La salud es el grado en que una persona puede llevar a cabo sus aspiraciones, satisfacer sus necesidades y relacionarse adecuadamente con su ambiente».
VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD ENFERMA.
Sobre el RD Ley 16/2012, BOE 20 abril:
Esta medida desprotege a un colectivo especialmente vulnerable, impide que se acojan a servicios preventivos u asistenciales necesarios, y aumenta el riesgo epidemiológico para el resto de la población (enfermedades contagiosas no tratadas…).
Solo se atenderá a casos urgentes (¿cuáles?), mujeres embarazadas y menores de 14 años. Se estima que se verán afectados en torno a 150.000 inmigrantes. Diversos estudios han demostrado un mucho menor consumo de servicios sanitarios por este colectivo, por lo que obviamente la medida tiene un valor más ideológico que realmente dirigido al ahorro económico.”
(Del libro 25 años del Forum de Política Feminista y de Feminismo 1987-2012.
Contrarreforma sanitaria: su impacto sobre la salud de las Mujeres.
Cristina Cámara González. Médica de Familia.)
Reflexionando sobre la salud
He decir que a lo largo de mi carrera como Trabajadora Social he tenido la oportunidad de trabajar en el SAS (Servicio Andaluz de Salud).
He tenido discrepancias con muchos compañeros y compañeras cuando por cuestiones xenófobas en el fondo, y en nombre del bien de la población nacional en el discurso, se tramitaba a regañadientes la atención sanitaria de las personas extranjeras, normalmente «sin papeles»… porque ningún otro país lo hacía.
Lejos de patriotismos, confieso que sentía algo de orgullo pensando que éramos, ¡sorprendentemente!, la única gente que lo hacía bien.
El grueso de la población que como trabajadora del SAS atendía, era mayoritariamente nacional, y la escasa población extranjera que acudía a la atención social, venía cuando ya no les quedaba más remedio; ya que el acudir al médico o a la médica (que eran los que derivaban), quería decir no ir al «trabajo», no atender a los niños… en definitiva dar demasiadas explicaciones…
El grueso de la población que como trabajadora del SAS atendía, era mayoritariamente nacional, y la escasa población extranjera que acudía a la atención social, venía cuando ya no les quedaba más remedio; ya que el acudir al médico o a la médica (que eran los que derivaban), quería decir no ir al «trabajo», no atender a los niños… en definitiva dar demasiadas explicaciones…
Esta gente suele tener muchos problemas aparte de los de la salud física. Sociales, legales, de vivienda, de idioma, de adaptación…
Como siempre el poder se ceba con los más débiles. Como siempre se arañan migajas de donde nunca debió tocarse (servicios sociales, sanidad…), y se juega a criminalizar a unas personas -que como nos estamos viendo ya por este país-, solo pretenden vivir.
Mientras nos entretenemos con el debate simplón de salud gratuita sí o no para la gente de fuera, desviamos la mirada de los verdaderos problemas y de los verdaderos culpables.
CONTINUARÁ…
Si quieres puedes dar tu opinión acerca de este tema, a mí me gustaría.
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Buen día!
Cuánta razón tienes en lo que dices !!!
Eee Ramón, que tú también sabes de esto…