Hola!.
Sigo con el tema sanitario.
Me parece algo fundamental de nuestra vida que probablemente no sabemos valorar.
En general y como ya sabemos, se modifica la Cartera de Servicios.
Eso quiere decir, que
– Se reducen prestaciones (fármacos, prótesis, transporte sanitario no urgente, absorbentes para incontinencia…).
– Se propone la no financiación de medicamentos para síntomas menores (analgésicos, anti-inflamatorios…).
– Se establece un nuevo sistema de copago farmacéutico, 4 tramos de aportación según la renta. Se pretende que haya 5 tipos de Tarjetas Sanitarias y 7 tipos de recetas.
No voy a analizar el Decreto, pero paso a hacer un comentario de mi cosecha profesional.
Reflexionando sobre la salud, 2ª parte
Estos pequeños cambios que pueden parecernos simples o lejanos, son de vital importancia para determinados colectivos: gente en silla de ruedas, ancianos, ancianas, enfermedades crónicas…
Por desconocimiento o por juventud, no somos conscientes de que para algunas personas esas “simplezas” pueden determinar su calidad de vida.
Si a ello le añadimos el nivel de renta bajo y hay muchísima gente con estas características, vuelvo a decir que las medidas más que de ahorro económico, son ideológicas.
Quizás para prepararnos para ese nuevo sistema de sanidad que pretenden público-privado; y que para los colectivos más vulnerables, supone coste emocional, económico y físico.
Aparte del desconcierto que puede suponer para personas ancianas, de población rural, con discapacidad… el acostumbrarte a los 5 tipos de tarjetas sanitarias y 7 tipos de recetas.
Como no os quiero cansar, continuaré a pequeñas dosis hablando de este tema.
Me baso en mi experiencia como Trabajadora Social, pero en mi próximo escrito os hablaré como enferma crónica y usuaria del SSP, de la Unidad de Neurología de Esclerosis Múltiple de Córdoba.
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Salud! 😉

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