Hacía tiempo que no hablaba de política.
Pero la realidad se impone, y desde mi situación de desempleada con formación, no joven ni mayor de 45, sin cargas familiares y después de haber agotado el suicidio (ah no, subsidio), no me queda más remedio que hablar (que no es por criticar, que es por referir…), de la medida ofertada por el Consistorio cordobés de 900 contratos (de dos meses) a parados en riesgo de exclusión social.
Está claro que en la actual situación en la que estamos, cualquier migaja da esperanzas y alimenta el ánimo a gente que les hace falta; eso siempre está bien, que no se confundan mis palabras.
Pero por esta misma situación en la que estamos, habría que redefinir el concepto de “riesgo de exclusión social”, y no acallar las conciencias con medidas populistas en «barrios marginales».
La diferencia de clases existe.
Pero está evolucionando con los tiempos. Ya no es la clase noble, la burguesía y la trabajadora.
Ahora son los que mandan (políticos, banqueros, casa real…), la gente que tiene empleo, y la gente que tiene que sobrevivir.
Y de estos últimos grupos, habría mucho de lo que hablar….
Ahora está de moda eso del populismo; ya le pueden dar las vueltas que quieran pero siempre se usa de manera peyorativa.
Y populismo viene de pueblo.
No me gusta oírlo en boca de políticos a los que les viene grande el término de aristrócatas sabelotodos. 😉
¿Qué opinas?