Sabed que reivindico, pese a todo,
la infancia que tuvimos.
Por encima del sexo mutilado
y de órdenes supremas.
Porque Dios nos miró desde un triángulo
y en su observancia fuimos
capaces de subir a interrogarlo.
MATILDE CABELLO
Salud!
Narrrativa y Poesía, Artículos de Opinión
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