Urge la fuente
de los deseos,
y por mi príncipe
desespero.
¡Recuentos!
La princesa ojerosa
la emprendió contra el espejo,
incendió el palacio
y ejecutó al hechicero.
Hermosa la madrastra
asesinó al reyezuelo
y la ratita presumida
se encadenó al puchero.
¡Recuento!
El flautista despechado
se hizo pregonero
y la ranita rebelde,
cocinó al cocinero.
La bruja vestida de rosa,
envenenó el caldero
y la hormiga perezosa
embarcó en un velero.
¡Recuento!
El lobo devoró
al cabrero,
y la niña valiente
a gritos alzó el vuelo.
La barba de Barbaroja
sirvió para un chaleco,
resucitaron las esposas
y guisaron con su cuerpo.
¡Recuento!
La cabrita “cabrona”
repudió al lechero
y el cerdito valiente
lloró con desconsuelo.
El príncipe azul…
…¿Y el príncipe azul?
Se convirtió en bandolero.
Noooo… que el príncipe no era príncipe,
ni era azul,
ni se convirtió en bandolero…
Era una rana!!
Si te parece interesante la web, suscríbete! 😉
Recibirás un email avisándote de nuevas entradas.
¿Qué opinas?