Aquí os dejo unos versos de Safo, poetisa griega cuya obra estaba destinada a ser cantada y de la que solo se conservan versos sueltos.
Por cierto, que con estos, me identifico: 🙂
Como la dulce manzana rojea en la rama más alta,
alta en la más alta punta y la olvidan los cosechadores.
Ah, pero no es que la olviden, sino que alcanzarla no pueden.
Safo
Igual parece a los eternos Dioses
quien logra verse frente a ti sentado.
¡Feliz si goza tu palabra suave,
suave tu risa!
A mí en el pecho el corazón se oprime
sólo en mirarte; ni la voz acierta
de mi garganta a prorrumpir, y rota
calla la lengua.
Fuego sutil dentro de mi cuerpo todo
presto discurre; los inciertos ojos
vagan sin rumbo; los oídos hacen
ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado;
pálida quedo cual marchita yerba;
y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte,
muerta parezco.
Safo
Se ha ocultado la luna.
También las Pléyadas.
Es la media noche
y las horas se van deslizando
y yo duermo solitaria.
Pléyade: (Según la R.A.E.)
Grupo de personas famosas, especialmente en las letras, que viven en la misma época.
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Las Pléyades (o siete hermanas), es un cúmulo de estrellas que se ven a simple vista y que tienen mucho significado en diferentes culturas.
Me inclino más a que sea este significado en la poesía de Safo, que la definición de la RAE.
Mis descubrimientos recientes, hacen que seriamente considere la cultura pleyadiana 😉
Era un apache que siempre soñó herir a la luna con sus flechas. Nunca lo logró, pero entre toda su tribu, fue el que más alto las lanzó. (Anónimo)