A veces he culpado a mis alas de pájaro rotas
de nacimiento.
He escarbado la tierra
y he llorado tanto,
que he regado desiertos,
he encontrado agua
donde solo había piedras.
Y
después de conocer el cielo y el infierno
¿quién se queda a vivir en el purgatorio?
Náufraga
Solo si tuviera el corazón igual de grande que la cabeza, pensaría que me estoy equivocando.
Pero hay una voz que me habla muy fuerte; de cielos azules y mares cristalinos.
Hay otra que habla de nubarrones y de fango, pero apenas la oigo.
Hay quien dice que no tengo los pies en el suelo; pero es que no quiero dejar de ver el horizonte verde, y para eso hay que volar un poco.
Y entonces empiezan a sangrarme las alas por aquello de que hay que comer y pagar facturas. Cuando me siento viva hasta me entran ganas de bucear en la tierra…, pero me tropiezo con esa voz oscura que apenas entiendo y me persigue..
Si me tiran me arrastro… si naufrago floto.
Y si me canso vuelo.
Desde ahí lo veo todo
Si te parece interesante la web, suscríbete! 😉
Fantástico posicionamiento vital, sigo soñando con que el barro no impregne nuestras alas. Sólo cuando elevamos nuestras cabezas por encima de las miserias que nos rodean percibimos la necesidad de libertad. Un besazo guapísima.
¿Te puedes creer que hoy 13-06-2022, acabo de ver tu mensaje?
Un beso Jose Andrés