Nos quedamos en la Teoría Queer que explica que las identidades sociales y sexuales de las personas son construcciones en las que intervienen un montón de factores.
Dicho de otra manera, el ser hombre o ser mujer se hace, no es algo biológicamente inscrito en la naturaleza humana, sino que son formas socialmente variables.
Personal y profesionalmente me inclino más por este pensamiento que por pensar que una nace mujer «gustándole el color rosa», u hombre «gustándole el color azul».
La Teoría Queer es una teoría sobre el género que afirma que la orientación sexual y la identidad sexual o de género de las personas son el resultado de una construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales esenciales o biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de desempeñar uno o varios papeles sexuales. Digiérelo
Sin embargo y creo que así debe ser, como decía Platón, «solo sé que no sé nada».
Siempre hay alguna excepción que confirma la regla, o siempre existe algo que te permite dudar de tu certeza.
Es el caso de el doctor Money y Reimer, que cuestiona todo lo anteriormente dicho.
En los primeros trabajos de la Universidad Johns Hopkins, el investigador John Money indicó que quedó impresionado por el argumento de que la identidad sexual es una conducta socialmente establecida, y utilizó para probarlo a David Reimer, de pocos meses, quien había sufrido una circuncisión mal practicada. En el experimento se le asignó una identidad femenina y una operación de adecuación de sexo, y bajo el nombre de Brenda fue criado por sus padres bajo esta nueva identidad. El experimento fue un completo fracaso. A los 20 años, después de años de terapia y varios intentos de suicidio, Brenda/David fue informado de todo y decidió realizarse una nueva intervención quirúrgica (esta vez una faloplastía). Finalmente, se suicidó antes de los cuarenta años.
Este caso ha dado lugar a muchos debates dentro de la teoría queer centrados tanto por su descripción de la reasignación del funcionamiento del género como por su calidad de tratamiento desastroso (y completamente innecesario) de un niño tan sólo porque sus genitales no se acomodaban a la idea «normal» de genitales. Se suele utilizar como ejemplo de cómo no tratar a personas con variaciones sexuales o de género.
En proyectos posteriores, John Money desarrolló importantes matices sobre los casos que conllevan una investigación acerca de la formación de la identidad de género de cualquier persona, aunque no ha vuelto a hablar del caso Reimer tras haberse sabido que durante años no lo había denunciado.
Teoría Queer
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