...Y me quedé pensando en mi decisión de mujer por vivir, por salir bajo la piedra... Por renacer después de tantas veces de reventarme la vida... En mi ángel fui sanando las heridas, las alas rotas secándolas al sol... El aprendizaje al vuelo con las alas rotas es tan duro como volver a nacer, en desespero por alcanzar la vida. ...Y hubieron manos duras que quebraron mis plumas de nuevo. Y sigo pensando mujer, qué terca soy, que me atreví a soñar, a despertar, a amar y a construir sobre mis sueños... (Anónima) (entrada actualizada el 29-10-2022)
«El cascabel de nuestra cola»
¡Bendita eres mujer!…
porque estás cambiando de piel…
déjate ser serpiente, suelta lo viejo,
entrégate a la crisis,
atraviesa la encrucijada,
cruje, quiebra, cree con fe completa,
deja que el crepúsculo te apague
para crecer más luminosa al otro día.
No estás sola en esto,
somos varias las que morimos,
nos aniquilamos, nos deshacemos,
nos opacamos,
para renacer luego más coloridas, íntegras, auténticas.
Entrega tu vientre desnudo a la sinuosidad del camino.
Repta y siente la íntima conexión con el cuerpo de la Madre Tierra…
cúrate con el polvo que levantas del sendero…
¿Sabes? las que alguna vez serpenteamos en la vida,
nos hemos despertado con el cascabel de nuestra cola…
Mónica Glusman
“El Evangelio de Lilith: de la sexualidad herida a la Mujer Sagrada.”
Princesas
Suscríbete a la web, recibirás un email informándote de nuevas entradas 🙂

¿Qué opinas?