Como la caja de Pandora.
Muchas historietas de este tipo nutren nuestro imaginario.
Desde citas bíblicas, hasta frases de ilustres pensadores, pasando por nuestro refranero popular, cuentos infantiles, canciones, un sin fín películas…
Todo está tergiversado por el discurso patriarcal que hemos mamado desde la cuna. Las diferencias de género –que son culturales-, nos atraviesan transversalmente en todos los aspectos de nuestra vida.
Desde Adán y Eva se nos presenta una dualidad de mujer. La mala, que tendrá iniciativa propia, será curiosa, activa y por lo tanto culpable y castigable; y la buena, que será amable, consentidora y consoladora, -como la Pandora arrepentida ofreciendo esperanza-…
Se castiga cruelmente la iniciativa y la curiosidad femenina, y se la culpabiliza de todos los males y todos los pecados, cosa que no hubiera ocurrido si hubiese sido obediente y hubiese seguido las reglas impuestas.
Porque ella no es un ser en sí mismo, se fabricó para… Recomiendo leer “El segundo sexo”, de Simone de Beauvoir.
Pero bueno, a estas alturas de la película, imagino o eso espero, que ya estéis de vuelta de estos conceptos. Si no es así, recomiendo leer mis post de Historias en femenino que os acercarán a muchas de estas reflexiones.
“Morder la manzana” -no lo he terminado, confieso-, me ha trasladado a mi descubrimiento del feminismo, que fue liberador.
El feminismo explica los sentimientos de injusticia, los silencios, tantos agachar la cabeza sin querer hacerlo… es algo que explica por qué un niño se permite el lujo de contar un chiste malo o hacer públicamente el tonto, y una niña ni siquiera es capaz de contar un chiste aunque sea bueno, -ya se guardará ella de hacer el payaso públicamente-.
El feminismo es algo que a las mujeres nos da el valor para empoderarnos.
Aún así, parece que las féminas estamos donde queremos estar y que quejarse es algo que ya no procede…
Yo quiero contaros mi experiencia de vida, habiendo descubierto el feminismo mucho antes de que se tolerara hablar siquiera de él.
Os aseguro que no ha sido un camino fácil y en muchas ocasiones hasta he renegado de mi género.
Pero eso os lo contaré próximamente 😉
Quiero aclarar que todo lo aquí expuesto son conclusiones propias desde mis experiencias personales; pero con base científica.
¿Qué opinas?