Si el ogro asustara, querría ser dama... Si el fuego quemara, querría ser llama... Si la lluvia mojara, querría ser hierba... Si llorar consolara, querría ser lágrima... Si enfadar enojara, querría ser burla... Si la vida fuera vida, querría ser persona... Virginia, Junio 1989
Sé tan grande que nadie pueda herirte; tan noble que nadie pueda ofenderte; tan paciente y humilde que se necesite una cruz muy grande para crucificarte. F. Varillon
12-12-2022
Hace diez años publiqué «Poesía Virgen»; un poemario que recoge poemas como estos que muestro aquí abajo.
Diría que recopila poemas de mi angustiosa adolescencia.
Pero, ¿quien no ha vivido esta etapa de la vida tan importante con miedos, culpas, vergüenzas, contradicciones, ilusiones, desengaños…?
Quizás he pensado esto porque llevo días con fiebre 🙁 La bronquitis que me acompañó en la infancia parece que se resiste a irse, y a mis cuarenta y siete me siento pequeña otra vez.
Ay, ¡qué bien se está cuando se está bien! 🙂
“Por primera vez saboreé la muerte.
La muerte, que sabe amarga porque es nacimiento;
porque es angustia y temor ante una terrible renovación…”
Hermann Hesse

Angustia adolescente
Muros,
paredes sin viento
noche sin luna
ave sin cielo.
Rejas,
juguete sin dueño.
Corazón roto
risas, burlas, celos…
Angustia sin gemido.
Lágrimas sin llanto,
árbol sin flores,
alma y quebranto.
Mirada sin horizonte
estrella sin lucero
vida sin vida
niño con miedo.
Sonrisas huecas,
poesía sin trovador
mañana sin futuro
vida sin amor.
Dolor
Me he ido
arrastrando
por el fangoso,
turbio
e infinito agujero
de mis infiernos.
Me ha ido
doliendo
lenta, profunda,
desgarrándome
la llaga que no cierra.
Hasta que
he oído tu voz
serena,
que me ha consolado
sin saberlo.
Náufraga, poema
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