Este hombre me cautivó desde que le conocí, Claes Andersson. No me canso de compartir sus poemas.
Claes nació en Helsinki en 1937 y murió en el 2019.
De profesión psiquiatra; por vocación, escritor; por afición pianista de jazz; por ilusión, futbolista; por curiosidad de saber hasta donde llegan sus capacidades, diputado al Parlamento, y por disciplina de partido, ministro de cultura.
Representante de la llamada psiquiatría radical o antipsiquiatría desde principios de los años 60; tomó partido por los marginados y desposeídos del poder. La psiquiatría era en realidad una imagen de rayos X de la sociedad. Muchos tipos de enfermedad llevaban dentro ira impotente y protesta sin voz.
Claes Andersson
En cuanto a la poesía, destacó su capacidad para encontrar nuevos motivos.
Personalmente esto me encanta, porque estoy muy saturada de poemas de amor o cantos a la propia tierra, que parece ser lo único que inspira…
«Todo puede caber en la poesía»
En su obra encuentra lugar preeminente la protesta social y la solidaridad con los débiles y marginados, víctimas del sistema capitalista, que él conoce bien por su profesión de psiquiatra. Poco a poco van apareciendo en sus poemas las grietas del estado del bienestar y se endurece la crítica del materialismo.
Todo ello tratado en un idioma sencillo, transparente, con un inconfundible tono directo en el que se mezclan ironía, humor, sensibilidad y agudeza crítica.
Encuentro paralelismos entre él y mi persona; él con su siquiatría y yo con el Trabajo Social. También el lenguaje claro y directo, la ironía… son características que veo en mis obras.
Algunos temas, algunos versos de Claes:
- Feminismo
Amar es respetar la independencia del ser amado. Así concibo yo el amor.
¿Dónde coño se habrá metido esta mujer?
- Anticapitalismo
Los burgueses ganaron las elecciones, así es que tendremos mayores diferencias sociales, más pobres, también más ricos; y más policía, vigilantes, perros, violencia y caridad.
- Tercer mundo
En el mismo instante en que el machete corta el cuello de los niños en Ruanda, ruedan sus cabezas por la alfombra de nuestro cuarto de estar.
Claes Andersson
Alguien entra y sale paseando a través de las oscuras salas
donde se ha demorado el aroma de la infancia.
Ahí están las arañas chupadoras de sangre que me aman
y esperan su turno.
Tenemos un pasado común pero no tenemos
un futuro común.
A los niños no se les debe encerrar en sótanos fríos, no son
presos condenados a cadena perpetua.
Tampoco son murciélagos que se cuelgan boca abajo de un
gancho.
Hay que darles comida y amor, ropa de abrigo y deben
aprender a leer antes de lanzarse al mundo.
Nuestro ciclo vital semeja al de las mariposas, las metamorfosis ocurren
en la infancia, todos los milagros invisibles.
Nosotros tenemos que arreglárnoslas como podamos con lo que queda
de los milagros.
La infancia
La infancia fue una época solitaria.
El cordón umbilical con el que trataron de estrangularme
me apretaba en torno al cuello.
Nunca creas que no eres alguien, dijo
mi madre.
Ella creía más en mí que en ella.
Fue una lección útil y una infancia
feliz, creían todos.
Los expertos consideran que nunca deberíamos hacernos
completamente adultos.
Deberíamos conservar el miedo y el desamparo para
seguir siendo creativos.
A muchos individuos creativos los vuelve locos
su clarividencia.
Es el precio que se paga por pertenecer
al grupo de los vivos.
Llegado el momento desapareceremos en la tierra
y nos mezclaremos en la mixtura fósil.
Democracia
Robadnos
y llamadlo economía nacional.
Quitadnos nuestras casas
y llamadlo planificación regional.
Humilladnos
y llamadlo asistencia social.
Volvednos locos
y llamadlo higiene mental.
Envenenadnos
y llamadlo conservación del medio ambiente.
Adormecednos
y llamadlo ideología de consumo.
Lanzadnos al paro
y llamadlo reconversión.
Confundidnos
y llamadlo publicidad.
Vended nuestros cuerpos
y llamadlo libertad sexual.
Engañadnos
y llamadlo política de rentas.
Cosificadnos
y llamadlo nivel de vida.
Escarneced nuestro trabajo
y llamadlo jubilación anticipada.
Mentidnos
y llamadlo libertad de expresión.
Tiranizadnos
y llamadlo democracia.
Claes Andersson
El otoño ofrece su paleta de amarillo, rojo, marrón en
imaginativas combinaciones.
La poesía no se puede comer, no se termina, es prescindible
y por eso indispensable.
A uno le asombra que gente cada vez más joven cometa
crímenes cada vez más bestiales.
Tortura, ejecución, descuartizamiento, víctimas quemadas.
Encogimiento de hombros en el juicio, sonrisas estúpidas,
rostros ocultos.
La violencia es tan lucrativa como la trata de seres humanos,
las drogas y eso que se llama comercio libre.
El hombre deviene lo que ve, come lo que ve, sembramos
lo que cosechamos.
Justo cuando hemos acabado con las respuestas
irrumpen las preguntas.
Claes Andersson
Aquel día asesinaron a más gente que de ordinario
en mi cuarto de estar.
Por un instante se pararon todos los relojes.
Lo que vi me quitó todo el apetito y me provocó
un hambre insaciable.
Diariamente caminaba sobre las montañas de todos
los que habíamos matado.
Me acostumbré a los ataques de vértigo, así como
a la impotencia.
Me acostumbré a mi acostumbramiento, nada
me indignaba ya.
No todos son igual de fiables, algunos
necesitan cuidados, están desequilibrados.
Tú no debes matar a más gente
de la que puedas comerte, dice Laxness.
Claes Andersson
Cuando te das cuenta de que la vida termina mal,
bien puedes divertirte mientras dure.
Se dice que los pulgones reconocen a su elegida entre
miles de hembras.
Yo apenas puedo diferenciarte de mí.
La vida es algo que ocurre mientras esperamos
otra cosa.
Mañana cumple mi hija treinta años, tiene ahora dos años
más de los que yo tenía cuando nació.
Amo la poesía porque no afirma nada
y por eso lo dice todo.
La contestación a toda pregunta digna de hacerse es sí.
El silencio de los silencios
No idealices el silencio
Hablar es oro
En el silencio medran ratas y peste
Mira con qué silencio te devora el tumor
Ahí sobra el diálogo
No creas que el verdugo parlotea con la víctima
No creas que el quiste da los buenos días
No creas que la falta de amor confía su carencia
No creas que las balas discuten
¿Crees que la cuerda llora?
¿Crees que los somníferos suspiran?
No creas que el hombre escribe resoluciones
cuando las ratas se le han comido la lengua
¿Crees que las púas de la alambrada sirven como agujas de gramófono?
No creas que crece nada en el interior del silencio
excepto el silencio de los silencios
Estudio para el viento del verano
Anda con el viento en sus cabellos
Amo su manera de andar
Amo su manera de andar
con el viento en sus cabellos
Amo la manera
en que el viento anda en sus cabellos
y la manera del viento
de andar en sus cabellos
La amo cuando anda
Amo su manera de andar con el viento en sus cabellos
Amo la manera del viento en sus cabellos
Amo la manera de andar del viento en sus cabellos
La amo
cuando anda con la manera de andar del viento en sus cabellos
La amo a ella y amo al viento
cuando camina con el viento en sus cabellos
y la manera del viento de amar sus cabellos
La amo cuando camina con el viento en sus cabellos
Canción nostálgica
Sólo cuando has perdido todo sabes
que lo has poseído.
Sólo cuando se ha acabado el amor sabes
que has amado.
Sólo cuando el suelo comienza a inclinarse comprendes
la estabilidad.
Sólo cuando te hubiste ido
te vi.
Sólo cuando el abrazo se marchitó comprendí
el florecer.
Sólo cuando todo acabó me atreví
a empezar.
Sólo cuando desapareció la juventud empecé
a amarla.
Sólo cuando el cuerpo me falló me preocupé
de él.
Claes Andersson
Sibelius: poema sinfónico escrito por el compositor finlandés Jean Sibelius (1899). La pieza dura aproximadamente siete minutos, y se desarrolla en un ritmo y estilo turbulentos, simbolizando la opresión y lucha del pueblo finlandés.
He vuelto a releer a Claes. Me parece una poesía crítica, directa, sensible, cruda, verdadera, desgarradora, sabia… Me encanta