Hoy he vuelto a recordar esta entrada.
Me he visto en una de esas situaciones en la que parece que no tienes derecho a protestar.
Resulta que he llevado por dos veces con el mismo problema mi ordenador a arreglar, al mismo sitio donde lo compré, de Villafranca -pueblo- a Córdoba. Las dos veces me han dicho que al ordenador no le pasa nada; y hoy he tenido que ir por tercera vez con lo mismo.
Otra vez me han dado la misma respuesta y yo cabreada, he afirmado que al ordenador no le han hecho nada ninguna de las veces; prueba de ello es que no me han cobrado.
Cuando mi tono se ha elevado un poco, sólo un poco eh?, la señora del mostrador me ha llamado la atención para que bajara el tono; o sea, para que no me enfadara.
A lo mejor estaban esperando que amablemente les pidiera hacer otro viaje para entretenerme, porque como soy mujer no sé distinguir si el ordenador falla o no. Además, si sólo quiero el ordenador para mis cositas, ellos no pueden perder el tiempo en esas insignificancias…
En fin, las reacciones femeninas ante estos hechos son dignas de analizar; pero ahora no tengo ganas.
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(Actualizada 25-05-2020)
Hoola !
Esto del feminismo y la igualdad me desgasta emocionalmente. A veces tengo que hacer como que no pasa nada y tragar.
Pero la realidad se impone y vuelvo a abrir los ojos y a hablar contra viento y marea; y vuelvo a pagar el precio de la osadía de mostrarme tal como soy y que no todo el mundo entiende, pero que para mí es tan necesaria como el comer.
¿La histeria es femenina?
Según el rol tradicional, una buena madre es mediadora, sumisa, paciente, sacrificada. Las mujeres son buenas si responden al rol tradicional, son «muy cómodas de llevar», no dan problemas.
El problema viene con las mujeres malas, las «putas», las «locas», esas a las que el rol tradicional nos viene grande.
El que no esté «reconocida», económicamente hablando, la figura de la cuidadora, de la «madre», hace que en muchas ocasiones surja la queja femenina; una queja que no se justifica socialmente y que muchas veces da pie da pie a la victimización y a la impotencia.
Las mujeres «buenas» no pueden permitirse demostrar la rabia. Cuántas veces hemos oído eso de «no te enfades que te pones muy fea»…
Hasta que un día «explotas», estallas, y entonces te llaman histérica; o difícil.
Te vuelves una mujer intensa; «sin pelos en la lengua»
La palabra histérica viene del griego, histeria.
¿Sabes qué significa histeria?
Útero, nada más femenino.
Afortunadamente los roles se están moviendo. Pero llevamos demasiada carga histórica detrás, y en el subconsciente colectivo, el lastre de pensamientos y actitudes anquilosadas y patriarcales, nos sigue pesando mucho.
Aquí dejo un enlace con una «chica mala»; y os invito a dar una vuelta por Biografías, dentro de este misma web 😉
«El sexo es como una partida de dominó: si no tienes una buena pareja, más vale que tengas una buena mano» 😉
Mae West
(11-06-2014)
Alguien ha publicado un comentario y parece que hay problemas porque no se ve.
Intentaré resolverlo. Gracias
No utilices tus defectos de carácter como la justificación perfecta para humillarte. Muy al contrario, utiliza esos mismos fallos como un estímulo para superarte (Mario Alonso Puig)