Esto hace muchas veces que se produzca el acto sexual sin que la mujer esté físicamente preparada; con lo que el dolor, la insatisfacción… hace que la fase de deseo se altere.
Frases como «¡nunca tiene ganas!, ¡siempre le duele algo!»… son demasiado comunes.
Es la pescadilla que se muerde la cola.
Estaría muy bien hablar y debatir sin tapujos sobre estos temas.
Pienso que estamos social, económica y culturalmente en un momento muy complicado.
Creo que es tiempo de llamar a las cosas por su nombre y dejarnos de desencuentros y peleas absurdas entre unos y otras.
¡Construyámonos de nuevo!, afortunadamente la política todavía no se ha metido en la cama.
¿O sí?
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