Para quien no lo sepa, Albert Ellis fue un psicoterapeuta considerado el segundo más influyente de la historia del s.XX, por delante de Sigmund Freud.
Tuvo una infancia dura y desarrolló el método de la Terapia Racional, que se auto aplicó para superarse así mismo.
Siguiendo sus elucubraciones sobre los mitos del sexo en pareja, puedo deducir que sería un defensor –o no-, de las relaciones poliamorosas.
El poliamor se presenta como un nuevo modelo de relacionarse social y sexualmente, en el que varias personas interaccionan voluntaria y responsablemente.
Parece que en algunos países es una práctica común y que hasta está regularizada legalmente, ya que los vínculos que se establecen si las relaciones son duraderos, se igualan a los que puedan tener los «cónyuges» de una pareja monógama.
De hecho el amor romántico y exclusivo se está quedando obsoleto; y seguro que tiene que ver el cambio de roles hombre-mujer que se hace tan necesario desde hace años.
La posesión en el amor, la exclusividad de la pareja… comparten el reinado con nuevas maneras de relacionarnos emocionalmente.
Ni qué decir tiene que para que este tipo de relaciones funcionen, hay que tener un grado elevado de autoestima y muchas ganas de crecer personalmente, puesto que es algo que va contra nuestra cultura católica. Hay que vencer muchas barreras propias y culturales.
Nos habla de todo esto Miguel Vagalume -Socio AEPS (Asociación Española de Profesionales de Sexología)- en el enlace que comparto arriba.
(Actualizada 28/06/2020)
Deja tu comentario y suscríbete! 😉
Muchos de los mitos que conviven con nosotros en torno a la sexualidad y las relaciones sexuales nos hacen menos libres.
Éstos son algunos de los que destaca Albert Ellis (Pittsburgh, 1913-Manhattan, 2007) y así los desmonta:
Sólo se puede amar apasionadamente a una persona a la vez.
Hay multitud de evidencias clínicas y biográficas que muestran que es posible estar enamorado de dos o más personas al tiempo.
Al igual que sentimos cariño simultáneamente por varios familiares no puede sorprendernos que hagamos lo mismo con personas que no sean familiares.
Cuando se ama a alguien no se tienen deseos sexuales por personas a las que no se ama.
Muchas personas se sienten atraídas sexualmente hacia los miembros del otro sexo o del mismo a quienes aman, pero también se sienten atraídas por otras muchas por las que no tienen demasiado afecto.
Por tanto, es común amar a una persona tiernamente, disfrutar del sexo con ella y seguir sintiéndose atraídos por otras personas. Si hay atracción no hay que preocuparse y pensar que algo terrible está ocurriendo en la relación de pareja que se tenga en ese momento.
Se ama a la persona amada todo el tiempo.
El amor tiende a tener una cierta intermitencia. Es posible amar a la pareja de forma estable, pero no la amamos constantemente; es decir, no pensamos incesantemente en ella. Si tuviéramos un amor activo por nuestra pareja 24 horas al día tendríamos un comportamiento obsesivo compulsivo.
La persona media ama activa, violenta y apasionadamente unos pocos minutos al día; el resto del tiempo suele ser bastante neutras con respecto a su pareja y a veces antagónica.
(Publicada 20/09/2017)
Deja tu comentario y suscríbete! 😉
¿Qué opinas?