Tengo
viejo el calendario
y vacía la cuenta corriente.
Duro el corazón
y roto el orgullo;
la dignidad intacta.
(Actualizado 27-10-2020)
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Los Nuevos pobres
En la miseria,
los míseros de tradición
se vuelven fuertes
y despiadados.
Los que nos estrenamos
en estas lides
somos frágiles,
cada vez
más pequeños,
más invisibles.
Después de cada no,
estás más rota,
viendo cómo la vida pasa
ajena a lo que eres.
Te das cuenta que sólo fuiste.
Eres alguien
en la soledad de tu cuarto,
donde tu miseria es tan grande
como tu desdicha,
y donde las lágrimas brotan
incrédulas e involuntarias.
Donde
te tragas el orgullo,
por si alimenta.
(Actualizado 22-4-2020)
La miseria
La miseria huele
a ayuno y desesperanza;
a zapatos heredados
y vacaciones en casa.
A semanas
de treinta días
y al humor de la desgana.
A remirar el ayer
porque no hay hoy
ni mañana.
La miseria es orgullosa
y duele.
La miseria agacha la cabeza
y teme.
Y agotada la inventiva
cuando después de mil,
otra puerta se cierra,
¡qué peste que huele la miseria!
No te dejes esclavizar por la ansiedad, la angustia, la frustración, la desesperanza, la sensación de impotencia, el desánimo, la ira, la culpa, la vergüenza y el resentimiento. Todos ellos son estados emocionales tóxicos que dañan tu salud física y mental. Cuanto más los justifiques, más atrapado quedarás en ellos (Mario Alonso Puig)