Hay que ponerse en «modo poesía» para leer cualquier tipo de verso, quiero decir, hay que ponerse las gafas metafóricas.
Este poema que a algunos ojos puede parecer simple, tiene mucho mensaje y mucho juego de metáforas. Sólo hay que saber mirar 😉
«Como gusanos», es un vídeo, una versión actualizada del poema 😉
Nací águila
pero tentáculos
que me aprisionan
desde la cuna
no me dejan volar.
He intentado evadirme,
pero se caen las plumas
y sólo las valientes
consiguen otear desde lo alto.
Yo voy arrastrando
los tentáculos
a regañadientes,
y me engaño cuando no los veo,
porque siempre están ahí,
acechando.
A veces he envidiado
esa facilidad masculina
para casi todo.
Pero nací hembra.
Y lloro las injusticias ajenas
como si fueran
sangre propia.

Los tentáculos del miedo
La política y sus secuaces,
otros malditos tentáculos
que van arrancando
mis plumas;
una película de terror
que da mucho sueño,
y no me impide oír
desde la penumbra,
el eco de esa maldita guerra
absurda.
Me despiertan
los gritos de los hijos
de la tierra
que no murieron
en la patera.
Ahora y
por nuestro bien,
está prohibido casi todo.
Pero sigo oyendo
el miedo,
de las mujeres asesinadas.
El miedo,
el miedo lo inunda todo
y nos enfrenta.
Unos pies gigantes
que quieren aplastarnos
nos observan, mientras
te ayudan a cambiar
el canal del televisor.
Menos mal
que aunque sea sólo a veces,
cansada de arrastrar mochilas,
me cuento las plumas
y me consuelo al comprobar
que las palomas también vuelan.
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