Al igual que España o Italia, Argentina también tuvo su Semana Roja a principios del sigo XX.
Fue en la manifestación del 1º Mayo de 1909, cuando con mano dura la policía reprimió la manifestación pacífica de militantes obreros anarquistas. El resultado fue de 11 muertos y un centenar de heridos.
Poco después, a finales de año, el carruaje en el que viajaba el jefe de la policía Ramón Falcón voló por el aire al ser alcanzado por una bomba de fabricación casera. La bomba les estalló entre las piernas, y Falcón murió pocas horas más tarde.
El encargado de arrojar la bomba fue Simon Radowitzky, un joven inmigrante anarquista de 17 años recién llegado de Ucrania; que llegó a la Argentina escapando del hambre en su tierra y se encontró con la violencia con la que se consolidaba el país argentino a principios del siglo XX.
Simón Radowitzky

¿Por qué recordar ahora a Simón Radowitzky?
Primero porque he tenido la oportunidad de ver la película documental “Simón, hijo del pueblo” y te contagia el espíritu de lucha y de lealtad a los ideales. La recomiendo.
Segundo, por reflexionar, porque la historia de la humanidad se repite una y otra vez en todas partes del mundo.
En España también tenemos muchos hombres y mujeres que lucharon por mejorar las condiciones de vida; también tuvimos una época muy convulsa, -y tenemos-, la exhumación de Francisco Franco está levantando ampollas.
Pero he preferido recordar la historia argentina.
Cabe reflexionar también sobre la lucha armada.
Tal como están las cosas en este país, -lo dice una parada de larga duración, mayor de cuarenta y cinco, con formación y sin cargas familiares que sobrevive con 400€ al mes-, sería hipócrita no reconocer que más de una vez he pensado que en este circo político sobra mucha gente. Y no hago apología al terrorismo.
Ver entrada Mundo maquiavélico.
Vuelvo a la Argentina.
El jefe de la policía, el tal Ramón Falcón se caracterizó por su dureza.
Aparte de las represiones en las manifestaciones obreras, fue el encargado de ordenar el desalojo de las familias que se negaban a acatar el aumento de precios aplicado por su arrendadores, descontentos con la falta de intervención gubernamental en la regulación de la vivienda.
¿Te suena el problema de la vivienda?
…Las protestas de las familias obreras fueron reducidas por la policía y el cuerpo de bomberos de Buenos Aires, arrojando agua helada con mangueras de alta presión. Los desalojos fueron masivos a cargo de Falcón y los suyos, y los ex inquilinos se alojaron en campamentos organizados por los sindicatos anarquistas.
Otro motivo para recordar a Simón Radowitzky sin entrar en profundidades, es mi simpatía por el anarquismo. Socialmente es un pensamiento de minorías muy castigado, pero me identificaba en juventud y ahora más consciente y más firme sigue haciéndome cosquillas 🙂
Me parece muy triste lo que estamos aguantando.
La familia real se sube el sueldo
Ante este sistema opresor alienante, déspota e hipócrita, y estos gobernantes indecentes, prefiero pertenecer a otra clase de personas.
«Cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es un anarquista», Sébastien Faure
Por supuesto que Simón Radowitzky fue encarcelado y condenado a cadena perpetua. Fue uno de los más célebres presos del penal de Ushuaia. Y tras veintiún años de encierro fue indultado; abandonó Argentina.
Cualquiera puede pensar que había tenido tiempo de arrepentirse, que ya había pagado su pena… Pero Simón vino a España a seguir defendiendo ideas de libertad y dignidad, y se unió al Bando Republicano durante la guerra civil.
Más tarde murió en México, donde trabajaba en una fábrica de juguetes, a los 65 años de edad.
Nuestro pasado puede ayudarnos a construir nuestro presente 😉
(Publicada 29-09-2018)
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