Y efectivamente Antonio entretenía su aburrimiento con Raquel.
Llevaba algún tiempo viéndose con ella esporádicamente, y lo que más le gustaba de esa relación era que no le causaba problemas.
Al desacuerdo más grande al que habían llegado era en qué sitio y a qué hora iban a verse.
A Antonio la vida con Manuela poco a poco había dejado de interesarle. Sin darse cuenta había llegado a un estado de apatía tal, que se mantenía al margen de todo y ni siquiera se tomaba la molestia de discutir con ella.
Manuela decía que en lo único que Antonio ponía interés era en su trabajo; que en todo lo demás se dedicaba a ser mero participante pasivo…
Pero él estaba harto de escuchar siempre las mismas cosas.
No sabía cómo actuar para romper con todo aquello, y no tenía ningún interés en formar una familia como Manuela tantas veces proponía.
Raquel había conseguido sacarlo del hastío cotidiano y aunque en realidad no tenía claro lo que quería hacer, Antonio por encima de todo deseaba poner fin a aquella amarga situación.
A veces pensaba que era un cobarde evadiéndose de los problemas y del compromiso, pero sentía una urgente necesidad de escapar de todo.
Y Raquel se lo había puesto muy fácil.
¿Qué opinas?