Iba a publicar este post el día treinta y uno para despedir el año; pero esta última luna llena el día de mi cumple, me dice que mucho bueno está por venir; y me he venido arriba 😉
«Si las paredes hablaran» es mi primera novela, la escribí en el 2007, hace 13 años. Estamos llegando a la parte final y más emotiva. Si la estás siguiendo, no te pierdas estos últimos capítulos, no tienen desperdicio.
Ahí van mis mejores deseos para ti que me lees desde México, desde EE.UU., desde España, Uruguay, Argentina, Venezuela, China, Colombia, Chile…

Que tus despertares te despierten; y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos de sol.
Y que tengas la lucidez de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.
Y que no te olvides de saborear el pan y el agua.
Ojalá a lo largo del día encuentres algún momento para agradecer el milagro de la vida.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus brazos abracen.
Y que tus besos besen.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni el valor de las cosas con su precio.
Y que no te creas más que nadie, solo los ignorantes olvidan que somos polvo y ceniza.
Y que si fuéramos conscientes de ello, bailaríamos y cantaríamos de alegría por estar vivos.

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