¿¡Qué decir!?
Tanto tiempo expresando ideas, manteniendo una actitud firme en la vida, estando segura de tantas cosas… superando crisis personales y económicas, Y sintiéndome orgullosa quizás para defenderme de mí misma y de los demás.
Antes tenía ilusiones y algunos objetivos en la vida; y ahora cuando menos certezas tengo, cuando menos perspectivas de nada, cuando más incertidumbre existe a mi alrededor, me siento más fuerte que nunca.
Después de “haber superado” una esclerosis múltiple, me dije a mí misma que ya había tenido suficiente enfermedad; la di por terminada y no estaba dispuesta a enfermarme de covid.

Sucedieron una serie de acontecimientos tan absurdos que comencé a buscar información. Descubrí un montón de gente con mis mismos pensamientos y me posicioné del lado de “los negacionistas” por supuesto. A partir de ahí todo ha ido “cuesta abajo y sin frenos”. Poco a poco he descubierto la gran mentira de la humanidad y cómo la Élite nos engaña y manipula. Lo que siempre he sospechado, se confirma ante mis ojos sin dejar sitio al escepticismo.
Pero lejos de sentirme triunfante por estar entre “los despiertos”, siento contradicciones que me hacen -como siempre-, situarme en la frontera.
Hay una parte de mí que rechaza a esos nuevos gurús de la verdad que se venden como los verdaderos y legítimos guías a los que hay que seguir por el bien de la humanidad. Están los más políticos que hablan de la guerra oculta entre el bien y el mal, o la versión más espiritual de que somos seres de luz, o la más inverosímil de que estamos en contacto con seres de otros planetas…
A estas alturas, por mi parte, digo, ¡qué más me da!

Cuando has sobrevivido a una familia tóxica y te sigues manteniendo con vida, no hay coronavirus, ni extraterrestres, ni estado oculto, ni pederastas, ni gurús, ni cabrones que te asusten. A veces siento que soy un cisne criado entre patos; o entre borregos…
Por supuesto que NO me vacuné.
Con el elevado índice de mortalidad que está habiendo, hay quien habla de que los que quedemos en la tierra seremos “superhombres”; y “supermujeres”… (esto lo digo yo que sigo sintiendo la brecha de género, por muchos adornos y descalificativos que nos vendan).
Me permito dudar de mi especie humana, la misma que observa las atrocidades en el mundo; la misma especie que necesita ser dirigida “para ser feliz”; la misma que sigue otorgando el poder a los valores masculinos que nos están llevando a la incongruencia más absoluta. Me dan igual los hombres que las mujeres, los lobos poderosos son todos lo mismo.
El hombre es un lobo para el hombre (T. Hobbes)
No sé cuál será el verdadero origen del feminismo. Y qué más me da. Si el trato que recibo de los hombres me parece irrespetuoso y denigrante. Si el género masculino maneja a las mujeres a su antojo. Si son ellos los abusadores y los violadores; también están los paternalistas, que te infravaloran porque sí…
Ahora viene eso de… ¡pues también hay mujeres maltratadoras!…
Pues sí, dicen que la excepción confirma la regla… aunque, eh! eh! que los refranes también pueden ser mentira, ojo!
Así que resumo diciendo que paasso de todo. Intento activar mi glándula pineal a ver si trasciendo a alguna experiencia interesante. Y el otro día me entero que los chemtrails nos intoxican con aluminio, y que el aluminio va directo a las neuronas y en concreto a la glándula pineal.
Joder, mierda pal universo!!
5-8-2022
🙁 perdón, universo

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